En las vacaciones de Navidad he ido un día al cine con unos amigos y en la zona de las taquillas había unos azafatos promocionando juegos de mesa. Yo conocía el Time’s up!, uno de los juegos que estaban enseñando, y como me gusta tantísimo, me acerqué para ver qué otros juegos tenían. La zona estaba llena de niños, pero los juegos que me enseñaron me encantaron, y consiguieron que mis amigos y yo nos picáramos un poco. El que más me gustó fue un juego llamado Dobble, y enseguida pensé en cómo adaptarlo para clase.
El juego se compone de una serie de tarjetas (55 en el juego original, 31 en la demo) con ocho dibujos o símbolos (seis en la demo) en cada una. En total hay 50 dibujos diferentes, y entre cada una de las tarjetas, siempre hay un símbolo en común. El objetivo del juego es ser el más rápido en descubrir el dibujo que hay en común entre tu carta y la del resto, o entre tu carta y el mazo que esté en el centro. En las propias instrucciones del juego explican hasta cinco mini-juegos diferentes, que suelen durar alrededor de uno o dos minutos. ¿Parece sencillo, verdad? Os aseguro que cuando estás concentrado y compitiendo, encontrar el símbolo en común es mucho más complicado de lo que parece.
En uno de los juegos, cada jugador empieza con una carta y en el centro hay una torre con más cartas. Cuando uno de los jugadores descubre un dibujo en común entre su carta y la carta del mazo, la tiene que coger. El jugador que, al final de la partida tenga más cartas, será el ganador. En otra variante, cada jugador tiene una carta y tiene que buscar los dibujos en común entre su carta y la carta de otro jugador. Cuando la descubre, tiene que poner su carta sobre el mazo de otro jugador. El jugador que, al final de la partida, tenga menos cartas será el ganador.
En la promoción en los cines me dieron la demo y he podido jugar con ella en una clase privada de inglés y la verdad es que a los chicos les encantó. Primero les presenté el vocabulario con flashcards y después jugamos. El “problema” es que los dibujos son bastante aleatorios, y nos podemos encontrar desde una manzana hasta un biberón, pasando por un martillo. Así que he decidido hacer mis propias versiones, adaptarlo con el vocabulario de la ropa y, en otra versión, con el vocabulario del bar, y compartirlo con todos.
Os incluyo aquí el pdf (Dobble 2) y aquí el del bar (Dobble – el bar). Lo podéis usar para el idioma que queráis, ya que no he incluido texto. La idea sería preenseñar todo el vocabulario antes y el Dobble podría ser una manera de repasarlo. También podríamos usarlo como precalentamiento una vez que ya hayamos visto ese léxico, ya que al ser un juego tan corto sirve perfectamente para comenzar la clase. Es un juego muy visual y rápido, ¡genial para la clase! Si queréis saber más sobre el juego, aquí tenéis un enlace en el que explican el resto de mini-juegos, y si usáis mis tarjetas, ¡contadme qué tal!